Con la llegada a Canda Health Solutions de Guzmán López como director de innovación hemos abierto un sinfín de nuevos proyectos y soluciones para empresas y organizaciones sanitarias.
Nuestro objetivo con esta nueva línea de trabajo es la gestión integral de proyectos para la modificación de ideas, productos y procesos ya existentes, mejorándolos o creando nuevos que impacten de manera favorable en empresas y organizaciones sanitarias utilizando formatos atractivos como el Hackathon, el Bootcamp, los IWs (Innovation Workshops), el ICs (Innovation Coaching) o las HTTs (Health Ted Talks).
Guzmán lleva más de 20 años creando metodologías de pensamiento creativo para aplicarlas a múltiples procesos como la innovación, la gestión del cambio o las soft skills en empresas de sectores tan diversos como lo son la banca, la tecnología, la alimentación, la cosmética o el packaging, por decir algunos.
Todo ese conocimiento lo hemos volcado sobre el sector de la salud y ya hemos empezado a trabajar en distintos proyectos, ayudando, por ejemplo, a profesionales de la salud a entrenar sus habilidades para mejorar su trabajo considerablemente y que esto tenga gran influencia en el paciente.
Y es que con los sanitarios ocurre algo similar que con los ingenieros, a los que tanto tiempo ha dedicado Guzmán estos últimos años. En su larga formación sólo se han centrado en la parte HARD y nada en la otra cara de la moneda, las famosas SOFT skills.
Precisamente en la actualidad estamos trabajando con la industria farmacéutica en dos proyectos cuyo objetivo principal es entrenar a varios equipos médicos en una serie de habilidades que son cruciales para su trabajo diario más allá del conocimiento académico como la comunicación, la colaboración o el liderazgo. Trabajando con ellos nos hemos dado cuenta de algunas cosas relevantes.
Hemos visto, por ejemplo, que mejorando su comunicación su trabajo se vuelve más eficiente. Tras muchos ejemplos dados por ellos es fácil entender que en un contexto tan complejo y delicado como un hospital, donde el tiempo de reacción es crucial, tener una comunicación efectiva cobra una importancia mayor.
Si a esto le añadimos el aumento de la diversidad (cultural, de género, intergeneracional) tanto en los equipos (muchos profesionales sanitarios son de otras nacionalidades) como de los pacientes, nos damos cuenta de lo importante de entrenarles en este tipo de habilidades y de todas las consecuencias positivas que esto puede tener. Gestionar lo diferente, lo desconocido, cuesta más que lo cotidiano, donde todo es más cómodo. Pero la realidad es compleja (y muchas veces también complicada) y aprender a lidiar con ella no sólo es imperativo, sino que nos brinda la gran oportunidad de hacer que nuestro trabajo brille más.
La sociedad está cambiando rápidamente en todo el mundo, lo que genera cambios en las relaciones tradicionales entre las personas. Esta situación, que afecta a todos los ámbitos de la interrelación humana, es particularmente evidente en la relación del paciente con el profesional sanitario. Hoy los sanitarios se enfrentan a un paciente que exige información, eficiencia, resultados garantizados y contención emocional, lo que obliga a los sanitarios a reforzar una serie de habilidades más relacionadas con lo emocional que con el conocimiento técnico.
Esto ha llevado a que los programas de postgrado de formación de sanitarios consideren estos aspectos y se orienten hacia nuevos enfoques, destacando entre ellos el enfoque basado en las “competencias”.
Un claro ejemplo de ello es CanMEDS. Se trata de un marco para mejorar la atención al paciente mediante la mejora de la formación de los médicos. Desarrollado por el Royal College en la década de 1990, su objetivo principal es definir las competencias necesarias para todas las áreas de la práctica médica y proporcionar una base integral para la educación y la práctica médica en Canadá.
Desde su adopción formal por el Royal College en 1996, CanMEDS se ha convertido en el marco de competencias médicas más ampliamente aceptado y aplicado en el mundo. Refleja el trabajo de cientos de becarios y voluntarios del Royal College y se basa en investigaciones empíricas, principios educativos sólidos y una amplia consulta a las partes interesadas.
Con esta idea muchas universidades en el mundo han incorporado paulatinamente, en los programas de diferentes especialidades sanitarias, las competencias CanMEDS o similares, incluyendo además del rol del profesional experto otros roles como el de comunicador, colaborador, académico, profesional, líder y/o promotor de la salud.
Dentro del sinfín de nuevos proyectos y soluciones para empresas y organizaciones sanitarias que hemos generado hemos visto la necesidad de cubrir esta necesidad concreta y en ello estamos: entrenando mentes para salvar vidas.